Hoy al recoger mi celular vi que había un mensaje nuevo "papi ya falleció mi mamá estoy en Guadalajara" aunque la noticia ya era algo esperado dado el avance de su enfermedad, no dejó de causarme un dolor intenso en el pecho, justo en el corazón.
Veintitrés años viviendo un sueño, Veintitrés años educando a nuestros cuatro hijos, Veintitrés años en los que aprendí a quererla y respetarla, Veintitrés años creyendo que eramos algo especial.
Finalmente ella eligió irse, o mejor dicho, eligió echarme de su vida, tendría sus razones, no hubo pelea simplemente me dijo "ya no te quiero" y me marché de su lado sin mirar para atrás. No se puede exigir el amor, simplemente te aman o no, amas o no amas, a fuerza no se puede hacer que las personas te quieran y ella dijo "ya no te quiero" y solo me marché en silencio...
Eso fue hace siete años, siete años que pasaron al principio en una desesperación apabullante hasta que llegó Maru a traer algo de lastre a mi vida nivelando el barco. Ahora Maru llena todo para mi, Juanita es el ayer, la mujer que amé con toda mi alma y que me regaló cuatro hijos que son todo mi tesoro. Ahora, amo a Maru con la misma fuerza con que fui capás de amar a Juanita, y la respeto de la misma manera que la respeté a ella, y la quiero libre igual que la quise a ella.
Me debo a Maru y le doy toda la lealtad que ella se merece, pero no pude evitar sentir dolor por la muerte de Juanita, sé que dentro de mi corazón aun la amo, no hay nada que perdonar, nada que ocultar, nada de que avergonzarse, Juanita es el pasado. Es todo...
Nuestro pasado puso las bases de lo que hoy somos, Juanita me enseño a comprender lo que es amar sin esperar nada, a dar sin límites, a recibir sin remordimiento. y ahora puedo decir sin temor a equivocarme, que amo a Maru sin temor al pasado, el pasado mio y el pasado de ella...
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